Lo había escuchado antes, en Cárdenas, pero verlo tocar y cantar aquí, justo en tiempos del Festival del Caribe, cambió mi perspectiva, Tony Ávila se me volvió cercano este domingo en el teatro Martí.
Temas
como No hay nada más triste, La choza de
Chacho y Chicha, Amor Cromañón, Timbiriche y Mi casa.cu hicieron meditar, guarachear, reír y hasta llorar a los presentes,
evocando realidades cotidianas e incitando al cambio en aras de un mejor
porvenir.
La
Asamblea Municipal del Poder Popular de Santiago de Cuba otorgó a Antonio Ávila
Bacas el reconocimiento de “Visitante Distinguido”, con el que se agasaja a personalidades
destacadas de manera extraordinaria en el quehacer económico, social o cultural
de la ciudad; mas me atrevo a afirmar
que el mayor lauro lo obtuvo Tony Ávila al llenar el salón teatral e irse a
casa con el cariño y la admiración de un público, cuyo exigente gusto musical
es bien conocido en la nación entera. Dicen por ahí que triunfar en Santiago es
la prueba de fuego para cualquier artista.
Aunque
Tony, diáfano y sencillo, simplemente comenta: “He
visitado Santiago de Cuba varias veces y en todas me he sentido muy bien, es la cuna
de las raíces culturales cubanas. Cantar aquí me obliga a subir la parada, el
público que sigue mis canciones ha ido creciendo tanto en cantidad como en
calidad, quizás se deba a la difusión en los medios de comunicación de acá,
cosa que agradezco. Lo digo con sinceridad: el cariño de la gente lo recibo y
se lo devuelvo, me siento privilegiado. Me paran en la calle los niños, los
viejos, las muchachas, eso es lo más grande.
“Recibir
esta distinción junto a Johnny Ventura y Maridalia Hernández me emocionó mucho,
y encima me sorprendió el coro con una versión espectacular de La choza de Chacho y Chicha. Santiago
tiene todo mi respeto, mi consideración, mi cariño.”
Respecto
a su impresión de la Fiesta del Fuego, el cantautor de 44 años expresó: “Es
la primera vez que estoy en el Festival del Caribe, me parece una coyuntura
buenísima por las cuestiones de la música, el intercambio cultural y el vínculo
con el público. En la vida hay momentos que son paraderos, se vive a un ritmo
muy agitado y feroz, a veces quieres romper una jarra contra el piso por la ira
o la frustración, y venir aquí me hace sentir que la vida esconde más, sigue
habiendo gente buena, veo esperanza y posibilidades de que seamos un mejor
país, una mejor humanidad”.
Podría
hablarles de su formación autodidacta, decirles que su discografía CD…en tierra fue premiada en el
Cubadisco 2013 o que con gran maestría el popular cantante de la nueva trova
cubana interpreta otros géneros como la guaracha, el son, el merengue o la
balada, pero me limito, con orgullo, a una sola afirmación: “Tony Ávila en
Santiago de Cuba es más que un visitante distinguido”.
María de las Mercedes Rodríguez Puzo
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