Esta historia no me pertenece, tampoco habla de sucesos
extraterrestres, aunque la respuesta de Cristóbal –a quien conocerán al seguir
leyendo- parece del planeta Marte. Le ocurrió a un amigo habanero, insultado y
disgustado me la contó, y como no soy egoísta hoy la comparto con ustedes, a
ver qué les parece…
El pasado domingo 5 de
julio fui con mi hijo a la piscina del hotel Neptuno, la estábamos pasando bien
hasta que el musicalizador subió el volumen de la música a un nivel tan alto que
los clientes debíamos gritarnos para escucharnos. Entre varias personas
comentamos sobre las molestias del sonido, ya ruidoso, y decidí pedirle al
musicalizador que lo bajara, amablemente hablé con éste y el hombre ignoró mi
petición.
Luego, me acerqué a la Directora del área de la
piscina, quien consideró que la música sí estaba alta, ella fue a hablar con el
musicalizador. Caso omiso, se mantuvo igual el volumen.
Ante tanta ineficacia
me llegué a la oficina del Subdirector de la instalación, llamado Cristóbal, le
transmití mi queja, pidiéndole que bajaran la música para disfrutar mejor de
los servicios de esa área. Cristóbal me contestó: “El nivel del audio tiene los decíbeles adecuados porque los clientes
de los hoteles Meliá Habana y Panorama no se han quejado”.
Entonces mi amigo se incomodó, recogió a su hijo y salió del
sitio echando chispas, convencido de no volver jamás. Y aquí viene mi nota
aclaratoria: Los hoteles Meliá Habana y
Panorama quedan a una distancia aproximada de 100 y 120 metros del Neptuno
respectivamente.
María de las Mercedes Rodríguez Puzo
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