Tal vez yo no sea la persona más indicada para hablar del tema, pues muchas veces he sido homofóbica, y reproductora de patrones machistas que nos vuelven insensibles y laceran a los demás, aunque siempre el mal que hagamos a otros solo nos lo hacemos a nosotros mismos. Pero, reflexionar es de sabios y hoy intento enmendar mis errores.
Este 17 de mayo, Día Mundial de la lucha contra la Homofobia, vienen a mi
mente Magda, El Flaco y una escena de mi adolescencia. Magda, una vecina de mi
niñez, vivía con su hermana, su sobrina y su madre, la última era la única de
la casa que toleraba su orientación sexual. La discriminación y los actos de
repudio de la hermana aumentaron cuando la muchacha se enamoró y quiso llevar
la pareja a la vivienda; la situación se tornó tan insoportable que Magda se
fue del país.
El Flaco supuso que su madre estaba lista para asumir
abiertamente su homosexualidad, pero al decírselo halló una respuesta
inesperada, lo botaron de la casa. Ahora está albergado en la casa de un amigo,
sufre el rechazo familiar y quiere hacer las paces con su madre, pero para ello
deberá negarse a sí mismo.
Cuando tenía 16 años salí a pasear con una amiguita,
andábamos tomadas de las manos, pasamos delante de un grupo de hombres reunidos
en una piquera de motores, se metieron con nosotras y ante nuestra ignorancia
nos gritaron tortilleras –así se le dice en Cuba despectivamente a las
lesbianas-. Yo me enfurecí y quería virar a discutir, pero mi acompañante me
dijo: Deja eso que no vale la pena. En ese momento ella tenía razón, pero
actualmente no me quedaría callada ni dejaría que volviese a ocurrir.
Ante la ofensa, el
maltrato, la discriminación, en fin, la violencia hay que levantarse y
empoderarse, sino volverán a exterminar miles de homosexuales y lesbianas como
hicieron los nazis en la
Alemania fascista; continuarán siendo condenados por la ley
en varios países los
actos homosexuales, llegando a aplicarse en algunos la cadena perpetua y hasta la pena de muerte,
y la Real Academia de la Lengua Española seguirá
negándose a incluir el término "homofobia" en el diccionario, tras
solicitarlo varias veces distintos colectivos gays y antirracistas.
El 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la
homosexualidad de su lista de desórdenes mentales, declarando que no es una
enfermedad y que constituye, en cambio, una forma de desarrollar
individualmente la sexualidad mediante la voluntad soberana de cada persona. Esta
declaración confirmó el resultado de investigaciones científicas en numerosos
países, y abrió la puerta a la aceptación de uniones consensuales de individuos
del mismo sexo.
Desde hace varios años se celebra en dicha fecha el Día Mundial de la Lucha contra la Homofobia y hasta el momento alrededor de 30 naciones se han acogido a la festividad; Cuba la realiza desde el 2007, aunque Santiago de Cuba cuenta ya con diez jornadas realizadas.
Desde hace varios años se celebra en dicha fecha el Día Mundial de la Lucha contra la Homofobia y hasta el momento alrededor de 30 naciones se han acogido a la festividad; Cuba la realiza desde el 2007, aunque Santiago de Cuba cuenta ya con diez jornadas realizadas.
Promover pautas de crianza familiar y socialización de
género que potencien la integración social de las personas con una orientación
sexual diferente a la norma heterosexual ha sido el principal propósito de la
actual Jornada en la Ciudad Héroe,
celebrada del 10 al 19 de mayo de 2013, y dedicada a la familia, bajo el título
"Hacia una inclusión plena".
Aunque en los últimos tiempos se evidencia una tendencia al
debate sobre el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género en
el seno familiar, todavía resulta necesario desplegar acciones que conduzcan a
un cambio de escenario, donde el respeto sea la regla y no una opción.
Por tal razón activistas de los derechos sexuales,
promotores de salud, y defensores del Movimiento de Lesbianas, Bisexuales, Gays
y personas Transgénero (LBGT) se unieron para proclamar la defensa de la
diversidad como elogio a la vida, y rechazar abiertamente la homofobia.
La homofobia es una
enfermedad psico-social que se define por tener odio a los homosexuales, ésta
pertenece al mismo grupo del racismo, la xenofobia o el machismo. Además, pasiva
o activamente crea y consolida un marco de referencias agresivo contra los gays
y las lesbianas, identificándoles como personas peligrosas, viciosas,
ridículas, anormales, y enfermas, marcándoles con un estigma específico que es
el cimiento para las acciones de violencia política (desigualdad legal), social
(exclusión y escarnio públicos) o física (ataques y asesinatos).
Videos debates en el cine Rialto, la presentación de dos transformistas en la Pasarela de Arte y Moda en la noche santiaguera del sábado 11; talleres de sensibilización para organismos, una conferencia sobre el homoerotismo en las artes plásticas, y el pasacalle desde la céntrica Plaza de Marte hasta el parque Serrano, donde se hicieron paneles y exposiciones de las diferentes líneas (Transcuba, HSH, Las Isabelas) estuvieron entre las principales actividades.
Videos debates en el cine Rialto, la presentación de dos transformistas en la Pasarela de Arte y Moda en la noche santiaguera del sábado 11; talleres de sensibilización para organismos, una conferencia sobre el homoerotismo en las artes plásticas, y el pasacalle desde la céntrica Plaza de Marte hasta el parque Serrano, donde se hicieron paneles y exposiciones de las diferentes líneas (Transcuba, HSH, Las Isabelas) estuvieron entre las principales actividades.
La jornada más que un intercambio, constituye un espacio
para reflexionar sobre lo diversa que es la vida con sus múltiples colores y
matices.
María de las Mercedes
Rodríguez Puzo
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