Escuchar cuentos quizás sea la más antigua de las
tradiciones, es a través de ella que nos ha llegado la historia, tal como la
conocemos con sus disímiles versiones.
Como un arte milenario son entonces las palabras justas para describir a la narración oral, práctica donde espiritualidad, técnicas teatrales y los sistemas auditivo y fonador confluyen para sensibilizar al oyente y enriquecer el alma del que habla.
Como un arte milenario son entonces las palabras justas para describir a la narración oral, práctica donde espiritualidad, técnicas teatrales y los sistemas auditivo y fonador confluyen para sensibilizar al oyente y enriquecer el alma del que habla.
Rindiendo tributo a tan popular tradición, la
primavera se llenó de cuentos en La
Habana, capital de Cuba. El Centro Cultural Bertolt Brecht,
el teatro El Arca, la Sala
Adolfo Llauradó y Gaia Teatro abrieron sus escenarios del 18 al
24 de marzo de 2013 a
narradores de Argentina, Burkina Faso, España, Chile, México, Perú, Senegal,
Uruguay, Venezuela y habitantes de la
Mayor de las Antillas.
Con ellos vinieron la mujer que perdió su corazón,
llena de vida como La Habana
enamorada, que tomando una mezcla de agua y sal, comprada al vendedor de
milagros, descubrió cómo hornear un cuento.
El Panteón de los Orishas decidió no quedarse atrás y
en una gala con la bendición de los ancestros aparecieron Echu, la hija de
Obatalá, Yemayá, el pescador, y el árbol Dagame, todos recordando a doña Lydia
Cabreras, rescatadora y portavoz de la cultura afrocubana.
En esta ocasión, el Festival de Narración Oral Primavera de Cuentos 2013 estuvo dedicado al maestro Luis
Mariano Carbonell, figura insigne de la oralidad cubana y caribeña, en su 90
cumpleaños.
Bajo la dirección general de Mayra Navarro sesionaron
varios eventos teóricos como los talleres La
tradición africana de contar con música y Las herramientas del narrador oral; también se presentaron y
vendieron libros relacionados con la temática.
Con tristeza, la Llave del Golfo despidió este domingo a los portadores del arte y la palabra, que supieron inundar de suspiros, lágrimas, risas y enseñanzas el corazón de los oyentes.
María de las Mercedes Rodríguez Puzo
Una amiga me hizo algunas sugerencias y le cambié al texto varias cosillas, espero les gusten. Ah, estoy abierta a la crítica, entre todos podemos construir el conocimiento y ayudar a mejorar mi modo de escribir. Gracias por leerme.
ResponderEliminar