martes, 11 de febrero de 2014

"Mongo" se debe a la tierra



Miró la loma un día, estaba repleta de marabú -esa mala hierba que reina en los campos cubanos donde la fuerza productiva es insuficiente-, entonces tenía 45 años de edad. Agarró una mocha y loma arriba empezó a picar, acompañado por su inmensa voluntad.
Cinco inviernos han pasado, y los cambios se notan en el área. En lugar de la maleza crecen quimbombó, plátanos burro, yuca, frijoles, boniato, malanga y habichuela; Ramón Vargas Molina, "Mongo", continúa ahí.

Ahora cuenta con 8.8 hectáreas de tierra dedicadas a los cultivos varios, que bajo el nombre de finca integral La Fortaleza honran el sacrificio de este hombre, productor reconocido en el poblado El Cañón y más allá.
Cuando le pregunté sobre la condición de Referencia Nacional que ostenta, su humildad salió a flote:
"El año pasado durante la visita nacional de la Agricultura Suburbana se me otorgó el galardón, y a los pocos días se declaró el sitio Finca Agro-ecológica, aunque el mérito no es solo mío, laboro junto a otros dos trabajadores. En el tiempo que llevo aquí se han impartido cuatro talleres agro-ecológicos, aportando experiencias a algunos campesinos de la zona, interesados en incrementar su nivel de producción. Además, por la ANAP Provincial tenemos dos cursos planificados en el 2014.", explicó Ramón.
Como a casi todos los santiagueros, el huracán Sandy lo afectó, situación que lo obligó a buscar alternativas:
"Vi algunos de mis sembrados destruidos en el suelo y me entristecí, temía no poder cumplir el plan de producción del 2013. Pensé mucho y me tracé la tarea de sembrar cultivos cortos. Sin ningún contratiempo lo logré, y en el presente año ya he avanzado en el programa de los frijoles.
"Actualmente he conseguido 26 variedades de cultivos entre frutales, hortalizas y vegetales. También tengo crianzas de ganado vacuno u ovino, gallinas, patos, conejos, y porcino. La leche de las vacas se dedica a la alimentación de los niños de la zona mediante el suministro a la bodega", agregó.
Este campesino se asemeja a Francisca, la anciana campesina que la muerte no pudo encontrar, pues siempre estaba activa. Su jornada empieza bien temprano en la mañana…
"Me levanto a las 5:00am y a veces me coge la noche en el campo, cuando llego a la casa veo el noticiero, si acaso una película. Mi vida no es fácil, soy miembro de la junta directiva de la CCS Domingo Hernández y tengo hasta tres reuniones al mes, pero tampoco es difícil, la tierra hay que echarla para adelante como sea.", comenta Mongo.
Aunque no tiene sistema de riego, depende de la naturaleza, y sembrar entre lomas no es tarea sencilla, Ramón no se aminora. Mantiene el ímpetu cada día al mirar el monte, consciente de su valioso esfuerzo.

María de las Mercedes Rodríguez Puzo







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