Llevaba
dos horas de pie, sudando, en la cola de la farmacia La Raspadura. Quedaban
cuatro personas delante de mí cuando la dependienta dijo Con esta señora se acabó la metformina, vinieron solo 30 pomos y a ella
le quedo debiendo tres. Justo el medicamento controlado para la diabetes
mellitus que yo debía comprar, el mes pasado no alcancé, tampoco el anterior.
La
rabia me subió y exclamé en voz alta Somos
una potencia, somos una potencia. Una viejita, llena de paciencia, me
aconsejó Toma agua de berenjena y agua de
repollo. Otra señora orientó Mejor
come alpiste. Se armó un debate sobre cocimientos milenarios, hierbas
conocidas, raíces extrañas. Salí de la farmacia y un tipo en la esquina me
gritó Chula, tengo clorodiazepóxido,
meprobamato, salbutamol, piroxicam y metformina.
Amén
del respeto que merece la medicina natural o alternativa, me preocupa que los
cubanos prefieran ponerse verdes de tantas hierbas a cuestionarse qué ocurre
realmente con los medicamentos y reclamar soluciones.
María
de las Mercedes Rodríguez Puzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario